Con Nacho, el mayor, nos volvimos locos, compramos todo lo que se podía comprar y creímos que con eso estaría protegido de todo mal. Lo primero que tenemos que asumir es que por muy bien protegida que tengamos la casa, los niños se caerán y se harán daño, es parte de su proceso de aprendizaje, doloroso si, pero es parte de su desarrollo.
Dicho lo cual voy a compartir con vosotros algunos truquillos que, a nosotros, nos han resultado muy útiles y baratísimos.
Protección de mesas con esquinas malignas:
Nuestra mesa de centro es de esas que siempre está cerca cuando un niño se cae, pensábamos ponerle esquineras y forrarla por completo. Pero la solución mejor fue la más simple, una manta grande doblada, no ha vuelto a haber ningún accidente, y no por falta de intentos.
Enchufes:
Hay muchísimos modelos en el mercado, pero después de probarlos todos, os digo sin ninguna duda que estos son los mejores. Se quedan fijos y puedes enchufar y desenchufar sin problemas ni complicaciones.
Tiradores de muebles asesinos:
Como veis los nuestros son horrorosos, no encontrábamos co qué taparlos y al final está fue la solución. El salón no queda tan bonito pero la disposición pega perfectamente con los juguetes repartidos por el suelo. Sabéis de lo que os hablo verdad ; )
Estanterías grandes escalables:
Este punto me parece esencial, hay que atornillarlas a la pared, nunca sabemos la fuerza que pueden hacer y si será suficiente para volcarla.
Escaleras:
Los modelos de puertas también son muy variados, pero si pensáis que os vale cualquiera os equivocáis. Los niños son listísimos y aprenden muy rápido a abrirlas, Inés con año y medio era Houdini, así que hay que buscar un modelo con doble seguridad. Estas son las que tenemos nosotros, hay que hacer bastante fuerza para habrirla una vez quitas el seguro azul, apretando desde arriba para que salte el resorte. Lo suficientemente complicado para que se le resista a algún adulto también.
Las puertas:
Aquí si creo que hay más variedad efectiva, es decir que casi todos los modelos nos valen. Pero si no queréis gastaros nada, con poner una toalla de esas canijas que no usamos para nada enrollada en esta parte de la puerta, será suficiente.
Puertas de paso con cristales:
Ya se que son preciosas, pero son un peligro terrible, como veis a las nuestras ya les faltan varios. La mejor solución que hemos encontrado a un precio ínfimo, menos de 1€ por cristal, es recortar goma Eva gruesa y colocarla. Aísla del ruido mejor y cuesta 7€ una plancha de A1. Este método lo hemos usado para aislar las rejillas de la cocina también paa que no se pillaran los deditos. Las hay de varios colores por sí queréis darle un toque más divertido, a la nuestra ya la han "tuneado" ellos como veis.
Puertas que no deseamos que abran:
Lo mejor es trasladar los productos de limpieza a armarios altos, así nos evitamos sustos. Pero aún así siempre hay armarios bajos o cajones que no queremos que abran. A mi tía de le ha ocurrido una idea simple que a mi me encanta, engancha los tiradores con gomas. Mi suegra lo hace con alambre fino, pero esto es más peligroso, me quedo con lo de las gomas. Luego, si por el modelo de tirador no se puede, a mi me gusta este sistema.
Es evidente que la casa no queda de foto, pero este periodo de nuestros peques dura poco y ellos sí que van a estar "de foto" sin chichones y arañazos campando a sus anchas por nuestro hogar.
Espero que os resulte útil.
Feliz domingo!
Para la próxima prometo receta 😉